Cierras la tarde con el destino de tu mirada
esperando domesticar a un centauro somnoliento
cierras el libro que espera ser escrito
esperando encontrar un fractal en su aliento
Pero todos los dioses que se reúnen en mi patio
añoran febriles el olor del romero y el sándalo
tal vez sea tiempo de quebrar los espejos
y asaltar una pastelería para tus ansias de palabras
Heredera del árbol que cobijaba sueños en sus ramas
no te escandalizan las manifestaciones del diablo
pero inclinas tu frente a la altura de las rodillas
si alguien osa traducir un versículo o hablar del cuchillo
Como un gorrión con el cuello cercenado por el estanque
cantaré sin dudar al milagro de las estrellas electrizantes
beberé de un solo trago un mar que ya desalaron
cubriré mi costado del rumor de la bailarina descalza
Espero sentado en el porche que no llueva en mi casa
pero presiento que las hojas del otoño serán alimento
tal vez maná en los desiertos árticos
o puede que manchas de humedad en las cristaleras del invernadero
Quiero visitar todos los jardines botánicos
para comprobar que bien recitan los nenúfares a Rimbaud
pero mi perrita tiene una pierna dolorida
de saltar sobre los parterres en un juego inquietante
Sería una pena viajar solo.