miércoles, 29 de septiembre de 2010

Llegaste



Llegaste a mí con fulgor de primavera
enredado entre los dedos de los pies

   por eso florecieron mis manos —

llegaste con esquirlas de bronce
anidando en tu voz de palmera

   recordándome tiempos de esparto y cinta roja—

llegaste con huellas de tantas noches
colgando de tus pestañas

   flores violetas enmarcando madrugadas —

llegaste con heridas abiertas
donde sólo cabe silencio

   distintos puñales para las mismas llagas —

llegaste con sabor a atún rojo
cosido a los labios aún naciendo

   todo el mar refugiado en tu boca —

llegaste con los senos ardiendo
en sarmientos y poleo

   sabores de niñez que aún vuelven a mi boca —

 llegaste con la fuerza entreverada
de quien nunca durmió bajo pedestales

   refulgía la piel como nácar tornasolado —

llegaste como las olas a la playa:
dulcemente

pero sin dejar de arrastrar la arena que eran mis ojos

lunes, 27 de septiembre de 2010

Una tarde cualquiera



De extremo a extremo juntas en un milímetro
el ancho de mi casa que es mi pecho
de olor a olor abrevias mis rodillas
en el ancho del mundo que es tu pecho

Corazón de lluvia sorprendido
con la brevedad incipiente de la cintura
ala de esperanza que grita sin sudor
en el conciso ululado de tus ojos                     

Caerá el amarillo desde el libro a las caderas
esperando ser puerta y balcón
será catarata refugiándose en las manos
que vagan desesperadas         En un estanque de fuego
el gorrión cercenará su garganta
                                  será el último violín que vuelva la cabeza sorprendido

viernes, 24 de septiembre de 2010

¡O tempora, o mores!




El agua no tiene sed
ni el olvido ausencia
la noche desborda luz
tu silencio mi presencia
la mudez llena páginas
la temeridad ruega sosiego
el calor solloza hielo
mis manos tu turgencia

seis pámpanos trizan el crepúsculo donde bailaremos
seis abanicos arden en la siesta y el descuido
seis banderillas negras en el lomo de la memoria
seis Venus sin brazos sosteniendo el cáliz
seis apóstatas de la religión que es tu carne
seis versos que son un solo clamor


soy un ojo triscando en ti 

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Podrías




¿Podrías vivir en mi cielo

lleno 
                        
          de                   nubes                        y                      recuerdos?


¿Podrías vivir en mi sueño

trufado       
               
         de                   siglos                         y                      almenas?


¿Podrías vivir en mi pena

herida    
                               
          de                   noches                     y                      luna?



Como los hierros que marcan a fuego
firmaste mi espalda con tu presencia
ahora que ha crecido el trigo
limpia de telarañas estos ojos que gimen


Herida flor
el día se columpia
en tu sonrisa

Viaje inmortal
mis dedos son arena
en tu cintura

lunes, 20 de septiembre de 2010

Blancura perfecta



Llegaste como llegan los marineros a los bares
con olor a sueños infinitos
colgando de sus barbas
las nubes hoy se escondieron de mi mirada
temerosas las condujera hasta tu pecho abierto

Llegaste como las estrellas que se desnudan
con un berbiquí que hizo temblar mi frente
te sentaste encima de la mesa
para enseñarme que no usabas tacones
te sentaste alborotada en mis dedos
que desde entonces tienen pánico a la luz

En mis puertas blancas chorrea nicotina
en los rincones de mi casa brotan niños corriendo
no dejo de preguntar por las flores de tu mirada
no dejo de observar como bebe un pájaro
que habla con sus alas
no olvido el olor de aquella tarde
ni la promesa que dejamos en aquella ermita goteante

Sin duda se perdió la rosa de los vientos
el día que ciego de pasión me encaminé al desierto
creo que cubriré mi cabeza con suspiros
para que sientas realzado tu mutismo de belleza impalpable

viernes, 17 de septiembre de 2010

Puerta del Sol



El carmesí horada el horizonte
como un lozano cirio consumiéndose
los árboles entusiasman las aceras
con sus antiguas piernas al descubierto
mi pecho es un puerto ya sin diques
dejó de ser abrigo a las seis de la tarde
la luz de una estrella fraguó en mis costillas
con forma de pirámide y laureles

Puedo detener el sol con mi mirada
no olvidé el sonido de las chirimías
pero una puerta —sin goznes ni sustento—
brilla más que la espada y el laberinto
¿Qué metal tachona esas tablas?
¿Qué artesano encastró en ella su sangre?

Vuelvo a sentir el estruendo de tambores
cuando el universo desparrama su color guardado
entre alas que nunca brotaron en tu espalda 

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Mar Muerto




Estalla la mañana como uva madura
se derrama el azul entre mis dedos
horizonte colosal encastrado en mis omóplatos
¿Dónde termina este suspiro
que se envolvió en la nube?
No puedo apostatar de las sombras púrpuras
que cierran mis ojos ya cansados
ni de las llagas que cubren todas las raíces

llegará el tiempo de las cerezas
llegará el segundo que se perdió
llegará la arena a cubrir tu silencio
llegará la noche ya sin promesas
llegará un ángel con una daga clavada en su fruto
pero todo fuego muere en pañuelos blancos
 que un día fueron arzón y frontera.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Emergiendo




Desparramo calendarios sobre mis brazos
esperando detener un poco el tiempo
no tiene sentido desear una avioneta
para bombardear las ciudades con versos
no tiene sentido que te pregunte quien soy
si cada día nazco de nuevo

La montaña no es azul sólo refleja el cielo
prefiero ignorar esa casualidad
y creer que es una ola gigante embalsamada
con espuma evaporada sobre ella
una enorme mano  — como de tres metros de alta —
acaricia el viento solemnemente
pero me escondo en el castillo sin aspilleras
que domina toda la llanura ondulada de tu abdomen

¿Por qué las nubes nunca son atravesadas por pájaros?

¿Para qué me cubre la niebla cada mañana?

Intentaré dormitar sin mirar más los limones
que flotan impávidos en las tazas de té
mi cigarro se enciende con solo recordar tu mirada
dejemos de ser funcionarios eficientes del bien vivir
para comprender el canto de los jazmines

viernes, 10 de septiembre de 2010

Tarde de Septiembre



Gritan ya vejez las hojas,
muriendo está el verano:
el horizonte habla de hielo,
vuela lejos el milano.
Quiero siempre primavera,
mas si todo fuera Mayo
¿Cómo conocer el frío
si nunca mordió mis párpados?
Gritan ya vejez las hojas,
vuela lejos el milano.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Lloran los cálamos

La luna es un banco de metáforas arruinado
Ramón Gómez de la Serna, vía Cordelia

Siempre se vuelve al desnudo de palabras caídas
recurriendo a degollar lacre majestuoso
caído del pico de respingos  —¿milenarios?—
melocotones de perfil riendo la mañana
sutil corrupción de segundos alborotados
 unión de miradas Metales que se abren y reflejan pisadas
que siempre quedan en un lado de puentes inexistentes

La luna es sólo la luna No se parece a nada
aunque esté mil veces escondida en galerías
aunque verla sobre el mar sin más luz produzca
vértigo en almas descosidas
aunque cuando acaricia la piel cause micro fisuras
en todos los suspiros escondidos en el pecho
Mi estilográfica llora lágrimas negras cada vez
que intento contar una esquirla de nuestra historia

lunes, 6 de septiembre de 2010

Al anónimo o anónima que tanto bien me deseó el 18 de Agosto



“… Los muertos que vos matáis gozan de  buena salud”
Cordeille





Me iré



Me iré

           me iré

con mis dedos rasgando miradas
nadando entre luz de ese sueño redondo tintando las olas
con una corona de acentos en mis manos
tranquilo entre azules biselando la tarde
con la piel desgarrada por algún verso
soñando un monte de lirios en mi pecho
con labios sudorosos de niebla alborotada
sereno saltando sobre una pierna como los astros en días de fiesta

pero                me                              iré                                                      cuando

mis ojos vean sólo materia
una mujer sea simple piel y unas curvas
una flor no desgarre mi alma
sea tan miserable de hacer listas de pros y contras
el canto de los pájaros moleste al despertarme
del abrojo me asusten las espinas
mi cuerpo sea un balance con piernas
una lágrima no abra mis poros

                           entonces me iré
No antes



Perdón por poner fotografía del anónimo o anónima, pero... la carne es débil