Desabrochadas
discuten al cierzo su
terrible verdad
pujan por verter su cálido
olor
a pesar de no ser tiempo de
su tiempo
más cuál es el tiempo
permitido
cuál la verdad tallada en
ámbar cuál el choque
de alientos feraces desistí
de estrellas
chocando en mi frente
untuosa
desistí de taraceadas
canciones
abotonadas en el pecho
desistí de blandas antorchas
en
el quicio del verbo
más el tiempo del blanco
almendro
sucede bajo un cielo
parduzco
Siempre es cosecha luchar
(pero) la verdad (es un) verbo
escanciado
3 comentarios:
Yo las veo temblar.
Casi rendirse.
Nacer en un tiempo equivocado conlleva sus riesgos.
Un beso, Manolo.
SIL
en la adaptación está la fortaleza, no sé si de entrada, sí en generaciones postraras.
Un abrazo
Creo en el poder del tiempo, que a pesar de sus horas dispares en algún segundo se encuentran los relojes infinitos.
Florecer y luchar, quizá esa sea la mayor verdad del verbo...Desistir? el tiempo no lo haría.
Bello poema, lo interpreto a mi modo de sentir...a tiempo o no, eso no es importante...luchar Sí.
Abrazo siempre
Anouna
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