lunes, 12 de noviembre de 2012

Asunción


Anhelante
regresa al brillar de caléndulas
cuando cae el signo incierto
cuando todo a su alrededor chispea
como esquila nueva acunada por
novilla que no recuerda amaneceres
cuando helada la noche refulgen
con fuerza impropia de indirectos
señales siderales en pupila
adolescente abrasada por la piel
anhelada temblorosa fronteriza
cuando retrocede la mano que acaricia
ante escalofrío gozoso confundido
con temor agonizante con escaldarse
nervioso con resucitar sin temor

Volverás a germinar bajo precisa mirada

3 comentarios:

SIL dijo...

Dependerá de la generosidad de las lluvias...


Precioso, Manolo.

Un beso grande.


SIL

Rafa dijo...

Las lluvias llegaron. Fue en momentos que prefería estar como siempre, solo y pegado a mi ruina. Los días grises,de cielos embarrados de nubes amenazadoras, eran los menos frágiles a mi persona...

Anouna dijo...

Dos elementos que a través de círculos vuelven a revivirse. Los amaneceres siempre son recordados y si hay algo a lo que no se debe temer, es a resucitar, como dice los versos.

La declaración final es toda esperanza. Hermosa poesía, llega.

Anouna