lunes, 19 de noviembre de 2012

Tratado de no urbanidad


Alianza
residiendo en la mano que pide
promisoria que respeta que
enviste que se somete
que aferra el presente sin un solo signo
luz anclada a relinchos enhiestos
palabra cimiento rebosando quimera
cinta que cae en fábrica de cierzos
atardecer esculpido delirio atronado
niños corriendo en pupila galáctica
el sonido del viento arrancó soledades
vacía salmodia pasillo sin rocas
leyenda y círculo virgen asomada
Las voces recuerdan el vuelo de un cisne
regreso a la tarde armada de fuego
Debajo de la falda - que nunca te pones - anidan los salmos 

4 comentarios:

SIL dijo...

Qué hermoso.


Medio pavo el comentario, pero me encantó el poema.

El sonido del viento -ojalá pueda- arrancarme alguna soledad.


Un beso, Manolo.



SIL

Unknown dijo...

Hola Manolo. Yo no sé cómo se hace eso de dar un premio-blog, pero, por si sirve de algo, yo tengo un blog, escribo poesía (o al menos lo intento) y me han encantado tus versos; por tanto mi más sincera enhorabuena y, por supuesto, un enlace de tu blog en el mío para que mis seguidores (pocos pero fieles) puedan disfrutar también de tus versos.
Desde Toledo, un saludo.
Manuel-Jesús Sánchez-Alarcos

Anónimo dijo...

Hola! Hace tiempo que no te visito, he estado muy liada y para colmo sin ordenador propio, tenía que pedir prestado siempre uno.

Veo que sigues escribiendo bellas palabras llenas de fuerza ;)

Intentaré volver pronto.

Un abrazo!

Anouna dijo...

Creo que nunca terminaré de sorprenderme al leer tus poemas. Y mi imaginación se pone al nivel de las imágenes que surgen y se revelan nítidamente.

Entre las muchas cosas que la poesía hace sentir, dos voces se alzan.
"el sonido del viento arrancó soledades" "Las voces recuerdan el vuelo de un cisne" Que bello es eso.
El final es total!

Abrazo
Anouna