viernes, 26 de febrero de 2010

Mar en calma


Oleo de Sorolla

como un blanco león descanso al sol
como un unicornio marino
respiro cada media hora nada más
temiendo despertarte
tú que encierras todas las olas
descansas como reposan las arenas de la playa
tenuemente
vaporosamente
tú metáfora numérica de todas las energías
sabatizas el momento como suspendida en perfecto éter
sutilmente
armoniosamente
como un enorme y atigrado perro descanso al sol
como un gigantesco albatros
no muevo apenas mis alas
temiendo rozarte con ellas ardorosas y flamígeras
tú cuyo volcán es una dulce fuente de néctar
yaces en ese breve instante donde se renueva la luz
levemente
delicadamente
tú arrebato máximo desgajado de la misma creación
meces los labios en un arpegio supremo
ingrávidamente
exiguamente
como un alazán melifluo regurgitando el galope
como un cordero triscaré la ladera
de todas las palabras que forman una pira
en la que te sumerges gloriosa

miércoles, 24 de febrero de 2010

Balcón al Cantábrico


rodar de suspiros por escaleras
que conducen al eterno retorno
a una enorme sucesión matemática
a una elipse de volcanes diminutos
subir de gemidos por plataformas
que se repiten hasta asfixiar
una enorme guitarra sin cuerdas ni madera
una sombrerería demudada
mantenerse en un solo pie

                                          —imitando a las garzas —

es consecuencia de escalas musicales
apenas entrevistas en un fondo verde
quiero alcanzar el faldón que lustra atardeceres
quiero sobrevolar esos ojos que crucifican el ánimo
quiero ventear esa sonrisa que rocía saxofones
quiero saborear el dulzón caer de trenes blancos
un enorme abrigo recorre un hado desde su escritorio
abalanzándose sobre el mortero sediento
reencontrándose con el berbiquí risueño
triturándose las plantas de los pies en el baño
reencontrándose en la chorrera manchada de negro
en medio de toda la escena dos enanos
reenvían una lapicera a los ojos del sol

                                     —mañana es hoy pasado un segundo —

y un eral abanica las encías del sustentáculo
y una boa repica como los días de ayuno
y una araña desinfecta las vocales heridas
y un etrusco recuerda las tardes en el templo de Narciso
dos cerillas son tres estrellas en una noche presurosa
el sanador recorre alegre un valle de pelotas de golf
implicando que mudar la piel debe hacerse
en el balcón que se asoma firme al océano. 

martes, 23 de febrero de 2010

Peregrinos


Multitud de ojos que miran
multitud de ojos de piedra
multitud de dedos que cayeron
multitud de dedos de alheña.

Y la llama sobre el caballo enfrente la puerta
y la estrella sobre los hombros enfrente el batallón
 y la nariz sobre la puerta enfrente la rampa
y la mandíbula sobre el arbotante enfrente el corvo roble.

Dos aprendices de tenores
cantan en el rellano de la escalera
un gaitero sin alma
sopla con cuero sobre la cabeza.

Cenobios reconvertidos en paradas
seminarios redimensionados con visiones pastueñas
colegios mayores fundidos en pos del mil monedas
palacios menores atravesados con vitrinas somnolientas.

Multitud de manos enguantadas
multitud de cuellos engominados
multitud de cabellos engominados
multitud de pestañas ensordecidas.

Y al final de una milenaria subida
tres imágenes repetidas y disímiles
ofrecen agua para las cuestiones reencontradas
paz para quien llega a esa puerta.

lunes, 22 de febrero de 2010

Esbozo de un retrato floral


Oleo de Guiseppe Arcimboldo

Tus manos piafan en el sotobosque
¿recuerdas al peluquero que se comió un bucle?

Tus ojos golpean como si fueran pesuños
¿recuerdas al violinista que se ahorcaba con una cuerda de guitarra
cada atardecer?

Tus brazos se abren como las ramas de los prunos
¿recuerdas el árbitro que se enviaba tarjetas postales?

Tu cuello  — que me recuerda tu cuello — agasaja la mañana
¿recuerdas el director de escena mesándose la capa?

Tus lágrimas desgonzan cada tarde que las alimenta
¿recuerdas el albañil que quería ser cocinero?

Tu nariz — envidia de actrices italianas — alisa los sentimientos
¿recuerdas al oficinista que triscaba entre cartapacios?

Tu mentón ahuyenta todas las filosofías orientales
¿recuerdas el abogado que quería abrogar las puñetas?

Tus pómulos resquebrajan los butacones enhiestos
¿recuerdas el profesor al que se le olvidó sonreír?

miércoles, 17 de febrero de 2010

Mater amantísima



Fueron necesarios todos los árboles
para que comprendiéramos la barca de piedra
fue necesaria toda la sed
para que abrazáramos el puente y el río
fue necesario tanto tiempo de silencio
para que reverenciáramos el discurso y la palabra
fueron necesarios todos los calderos
para que anudáramos la lumbre y el cereal.

Entremedias de tanta desazón
avanzaste sumergida en sueños
vestida sólo con una venda en los ojos
sujetando apenas el espejo
sobre la quilla de una góndola o un velero
hasta que reventó tu garganta
en un fanal que preservaba mediodías.

domingo, 14 de febrero de 2010

Compartido con Anabel

Vuelvo a retomar la costumbre de compartir letras y espacio los domingos. Hoy le toca a Anabel.

Desde su blog Tiempo de luz y sombra nos deleita diariamente con un poema. Sabéis de mi afición a decir unas palabras sobre mi compañero o compañera de letras, hoy es el poema el que intenta decir todo lo que me produce sus poemas y ella (y ella intentó hacer lo mismo).

Os aconsejo vivamente que visitéis su blog si aún no lo conocéis y os gusta la poesía. No os defraudará nada.


Te busco
al romper la mañana 
y encuentro palabras
como hiedras trepadoras,
que van ascendiendo
mágicos peldaños
hasta alcanzar
las nubes de los sueños.

...Y disfruto
uno a uno tus versos,
como un niño
que saborea caramelos
a escondidas.

Y el milagro tiene lugar.
El silencio se torna susurro,
y la sombra, luz.
Y el resplandor
que desprenden tus letras
me encadena a ti
y me hace cautiva
de todas tus palabras.

Te encuentro con alegría.
Disfruto la sabiduría escondida entre versos,
el ritmo pausado,
la metáfora escogida,
la síntesis de palabras
que anuncian el borbotón de sentimientos.


Irremediablemente
tengo que pararme,
tengo que reflexionar,
tengo que soñar,
tengo que vivir un poco más
en cada verso.
Me gusta cómo me haces cuestionarme.
Me gusta hallarte.
Me gusta tu forma de pensar
y de plasmarlo.

Saboreo tus letras ajustadas. 

jueves, 11 de febrero de 2010

Una sombra que avanza


Técnica mixta sobre cartulina de Humberto Viñas García

Entorno los párpados golpeados por una esfinge
   El calor aprisiona músculos 

Cierro las manos en torno a las plumas de un ángel
   Quiero que viertas tu mirra —

Repican en mi cuello las luces de aquella galbana
   El sudor es licor de cuerpos 

Impactan en la palma de mis manos pirámides truncadas
   Deseo besos de hielo —

Recorren los dedos todas las gotas de un lago sollozante
   El matiz de la espera es oro —

Abrigo las muñecas con la fuerza de un vértice goloso
   Anhelo tapicería pálida 

Recogen mis hombros los sonidos de un tranvía de caballos
   El sombrero es una copa de alabastro —

Renacen mis codos con el ulular de una margarita
   Solicito una sopa al funcionario —

Desembocan en mis bíceps una bandada de estorninos
   El cálamo renace boquiabierto —

Retornan a mi pecho todos los brotes que se helaron
   Regento un balcón de suspiros —

Nace en mi vientre un silogismo binario y arcaico
   La bandera estalla en carcajadas —

Saltan en mi cintura los lunares que no quisiste
   Visto un faro macilento —

Brota de mis costillas una bóveda intransitiva
   El árbol ofrendó un helicóptero —

lunes, 8 de febrero de 2010

Futura Babel



Lugar epifanía
cruce de alondras
dichosos los que creen sin ver
felices los que creer sin tocar
saltos anhídridos
amigas que peinan flequillos
un transistor enloquece
carreras en el jardín
el ventilador cacarea
tardas diez minutos delante del espejo
réquiem por una vela
libélulas que cenan sólo un plato
mediciones de moral
besos y esquirlas en el suelo
contenedores rojos como la sangre
bendicen el tiempo donde arrollará una lengua común en el patio. 

viernes, 5 de febrero de 2010

Nubes


Cuadro de Johan Dhal
Los álamos buscan guarecerse entre ellos
doblan sus copas
abren sus ramas
agitan sus hojas
juntan sus raíces
eximen a ese dios menor que los hizo aprender
que la lluvia es vida siempre.
Mantienen su porte y su esperanza
sin ojos que los engañen
sin boca con que gemir
sin piel que se erice
sin nariz que los apabulle

intuyen que la tormenta pasará como un mal sueño

y volverá la quietud a acompañarles.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Noli me tangere (Correggio)




En aparente inestabilidad sólida roca
arrebato puro frente la fuente
pone rodilla en tierra atribulada
pone ardor en la mirada correspondida
tierra y cielo
tangible y divino
puente entre lo efímero y lo eterno
unión de idénticos descalabrada en el tiempo
por mayoristas de serpientes
y los pies desnudos
y las manos vueltas
y el mentón que habla
y el cuerpo que ulula
y todo vuelve a ser vida
todo vuelve a tener sentido
todo se eleva a categoría de ósculo
y el paisaje anuncia  nuevos pronunciamientos.

martes, 2 de febrero de 2010

Gran Place, Brugge


Una pregunta ante el tacto del pétalo
explosión de colores en el escritorio
el papel recoge sudor del tallo
mosaico en la puerta
hielo en la plaza crujen las pisadas
los canales besan todas las ventanas
desierta la plaza refulge su color
ochenta años elegantes sobre una bicicleta
la cesta impulsa al viento el pañuelo
los ojos hablan de aquello que marchó
las manos acarician al novio que fue
seis japonesas ríen las ventanas
música clásica y carne asada para el frío Febrero
mármoles en hilera y cuero en el cuerpo
se eleva en la noche el dedo de todos
señalando el fondo de cualquier cuestión.

lunes, 1 de febrero de 2010

Arcos


Una mancha malva en los dedos
deseosos de relinchar como azucenas enmohecidas
intentando recubrir con palabras
las cortinas que descansan en el suelo del jardín
estatuas en medio del camino
un desfile de silencios en el pasillo
toses y me recuerdas la mirada pícara
paseando por calles recias
detenida delante de la Sinagoga del Tránsito
sentada bajo el ala de la paloma
icono bizantino que roza la electricidad
palacio rodando tras una manta de flores
gloría en los pies que descubren los alisios
corramos hasta el museo sin techo
que nuestros pasos sean puente entre fortalezas
bendición de un alfiz intemporal.