Oleo de Sorolla
como un blanco león descanso al sol
como un unicornio marino
respiro cada media hora nada más
temiendo despertarte
tú que encierras todas las olas
descansas como reposan las arenas de la playa
tenuemente
vaporosamente
tú metáfora numérica de todas las energías
sabatizas el momento como suspendida en perfecto éter
sutilmente
armoniosamente
como un enorme y atigrado perro descanso al sol
como un gigantesco albatros
no muevo apenas mis alas
temiendo rozarte con ellas ardorosas y flamígeras
tú cuyo volcán es una dulce fuente de néctar
yaces en ese breve instante donde se renueva la luz
levemente
delicadamente
tú arrebato máximo desgajado de la misma creación
meces los labios en un arpegio supremo
ingrávidamente
exiguamente
como un alazán melifluo regurgitando el galope
como un cordero triscaré la ladera
de todas las palabras que forman una pira
en la que te sumerges gloriosa