la vida es tiempo derramado
circular por acequias apenas vistas
amplitud de matices superpuestos
en el rojo desatarse del segundo
me asomo al centro cuajado de volutas
— que también es vida momentánea —
resistiendo los tonos del granizo
resiste la vida todo el gris
de las nubes a ras de suelo
quisiera regar la tierra con mi voz
con tu pelo de dedal amartillado
con tu cuello recordándome tu cuello
con tu frente donde nacen todas las lluvias
pero la tierra se saturó de tanto verbo
las raíces que nos sustentan ya no pueden
con tanta furia — tormenta de adjetivos—
las flores de tu voz ruedan pared abajo
siempre se vuelve a casar la novia
del marinerito
siempre los enanos sudan sangre
esperando despertar de ese sueño
que corroe
las plumas alicaídas y los pétalos del salterio