viernes, 30 de abril de 2010

Coram Vóbis



Es inacabable el momento
en el que
tu piel
consigue erizar la mía,
es inabarcable el gemido que
ensalza cada una de mis caricias,
es inagotable la lozanía con la que
embestimos cadera contra cadera,
es inigualable el albor con el que
deslumbramos al sol mismo…

es eterna la entrega con la que
fundimos tu sudor y mi sudor
logrando así un torrente
que baña
mis ansias, tu afán
y en el que el ánade alza su vuelo perpetuo.

martes, 27 de abril de 2010

Fronteras



Nadie tiene culpa que las hojas de la parra
ahora ya no cubran tu mirada quebradiza
nadie tiene culpa que la tarde caiga tornasolada
como caen los suspiros a los ríos

Mi piel ya no es frontera de mi cuerpo
acaso esas pestañas punteando cerraduras
acaso esos tobillos que cacarean geranios
acaso el vello que navega por tus brazos
acaso el esternón frontera de mis desvelos

Dejaré que mis huesos sean diapasón de tu silencio
al fin y al cabo las hormigas anidaron en tu boca
para que su reina madre
descanse en la fuerza de tus acentos milenarios

Tu cuello cauce que conduce al despertar atildado
rivaliza con esas cigüeñas cantando como metralletas
ambos hacen estirarse mis tendones
deseosos de desembocar en el delta
que se refugia entre tus caderas,
caderas que arropan
todas las notas que se escaparon de la laringe  

lunes, 26 de abril de 2010

Cinérea




Sujetas con tus dedos la sombra
que descubre
la seda fulminada de resguardos
preservadores
de miradas insospechadas.

Encaje negro y valentía,
acero helado y respingo,
flores sin dimensión ni fulgor.

Tus ojos, que son mis ojos,
repasan sin descanso
todas las posibles formas
de la palabra sugerencia.

viernes, 23 de abril de 2010

Factoría de lunares



Arrastro delicadamente mis sienes
por el paseo tachonado de vaivenes
hasta el extremo de sentir
como en un banco cualquiera
tu sangre da de comer a las palomas
mientras un alzacuellos impoluto
observa detenidamente el juego de luces
que producen
las estatuas
que en otro tiempo hablaban de equilibrios
y ahora solamente nos conducen
hasta el sincopar
de la luz acariciada

miércoles, 21 de abril de 2010

Primavera eterna




Enternecido por tus caricias en mis faltas,
embravecido por un triangulo ya sin lados,
sorprendido de aquellas flores que nada dan,
retoñecido a pesar de los hielos que me pueblan,
abro ante ti el estuche de mi interior
para que te guardes del frío viento glacial.

¿Ves el nido sobre el árbol?
¿Recuerdas como sobrevivió a los huracanes?
¿No oyes la vida que se refugia en él?

Seremos como relojeros del alma,
buscadores de sellos perdidos en una plaza,
transitaremos de las montañas a los mares de trigo
o de la inmensa llanura
a una isla donde la primavera es eterna
y los abetos pueblan las alturas
esperando
que tus ojos glaucos se posen sobre sus retoños. 

lunes, 19 de abril de 2010

Venus al alba



¿Acaso mis suspiros no abren
eso que llamas tu pena?
¿Acaso merezco la sombra
de ese bajar de ojos? 

Cuando dejas de mirarme
un crespón inmisericorde
adorna mis ijares.
Y cuando vuelves a hablarme
un abanico inconmensurable
mece mis eternidades. 

Guarda bien el tesoro de tus ocelos,
de su brillar penden todas las luces
que desenmarañan
mi opacidad impenitente.

jueves, 15 de abril de 2010

Peine de los vientos




Una mañana, recipiente de mis risas,
encontré en tu mirada un silencio
tan solo comparable
a la dentellada de un lobo enfurecido;
me cargaste con un signo de mutismo
esbozo de calvario sin cinéreo posible.

Pirámide truncada por un cartel en siete lenguas,
lenguas que rotulan cada una
la clave de las bóvedas de mi casa;
mi sonrisa se arrastra entre atributos descarnados
mientras en algún lugar descansa
el monumento que erigiste subida a una nube
cuando los pájaros eran todos un vestigio
apenas entrevisto en un mar de lanzas.

Volverán los vientos a acariciar mi tejado,
volverán a despeinar mi sombrero,
volverán a por las treinta monedas establecidas,
volverán a soñar su peine infranqueable.
Entretanto, amaneceré en una artificial disfunción.

lunes, 12 de abril de 2010

Mirto constante




Ensimismado por la voz que surge en mis venas
no logro distinguir risa de llanto,
paseo entronizando esencias que postulan
que la flor mecida por la luna
si sangra será simple alabastro.
Siento un afán repentino que me lleva hasta tu raíz
pero no logro distinguir un puede de un acaso
y me duermo soñando con tal blancura
perdiéndome en tantas cábalas
que parezco simplemente por ellas atravesado.

Enternecido recuerdo los trabajos de Heracles,
¿Seré yo capaz de tanto cuajo
para conseguir retorcer con tal finura
que mi tapiz no sea simple hilatura
perdiéndome en trasiegos banales o dionisiacos?

viernes, 9 de abril de 2010

Desierto



Todos tenemos debilidades.

Confesaré que una de ellas
es imaginarte
en la más completa soledad,
con un velo de seda
alrededor de tu cuerpo
como único vestido.

jueves, 8 de abril de 2010

La luna, hoguera de plata



Escucho una y otra vez el susurro
de la tela que iba cayendo
mientras me mirabas fijamente;
escucho una y otra vez el retumbar
de mi sangre que se diluía
mientras te miraba fijamente.

¿Acaso existen fronteras
cuando se anudan nuestros sudores?
No dejamos de ser dos incomprendidos
fundiéndose irremediablemente
en la eterna hoguera que encendimos
hace ya tanto tiempo.  

miércoles, 7 de abril de 2010

Afirmación



Una cinta de seda recogiendo tu cabello,
otra cinta de seda cubriendo tus ojos
como un simple recordatorio
que nunca debes mirar los ojos de desconocidos.

¿Serás capaz de ofrecer tus lunas
en ofrenda cautiva
ante el tizón de mis dedos que te embriagan?
¿Serás capaz de vencer tus temores
hasta hacer dádiva
de todos los estremecimientos que pugnan en tu vientre?

Déjame anidar en tu breve pecho
coronado por el zumo de limones bravíos,
déjame encender ese cáliz palpitante
nimbado por perlas cautivas en tu esencia,
deja que mis dedos consigan
un torrente por el que te deshagas…

entonces mi sudor será el óleo
que ensalce     
el dogma que estaremos fundando.

lunes, 5 de abril de 2010

Tu nombre



No conozco tu verdadero nombre,
pero creo adivinar
en tu mirada …
que el mío si lo conoces.