lunes, 4 de febrero de 2013

Flores en la nieve – 1 –


Desabrochadas
discuten al cierzo su terrible verdad
pujan por verter su cálido olor
a pesar de no ser tiempo de su tiempo
más cuál es el tiempo permitido
cuál la verdad tallada en ámbar cuál el choque
de alientos feraces desistí de estrellas
chocando en mi frente untuosa
desistí de taraceadas canciones
abotonadas en el pecho
desistí de blandas antorchas en
el quicio del verbo
más el tiempo del blanco almendro
sucede bajo un cielo parduzco
Siempre es cosecha luchar
(pero) la verdad (es un) verbo escanciado

3 comentarios:

SIL dijo...

Yo las veo temblar.

Casi rendirse.

Nacer en un tiempo equivocado conlleva sus riesgos.


Un beso, Manolo.



SIL

impersonem dijo...

en la adaptación está la fortaleza, no sé si de entrada, sí en generaciones postraras.

Un abrazo

Anouna dijo...

Creo en el poder del tiempo, que a pesar de sus horas dispares en algún segundo se encuentran los relojes infinitos.

Florecer y luchar, quizá esa sea la mayor verdad del verbo...Desistir? el tiempo no lo haría.

Bello poema, lo interpreto a mi modo de sentir...a tiempo o no, eso no es importante...luchar Sí.

Abrazo siempre

Anouna