Sentimiento

Quiero abrir mi pecho al viento
y dejar que se oreen mis manos,
gastadas por mil colores
derraman sangre en el papel.
Nadie dijo que fueras sencilla,
al contrario,
como fuego en pastizales;
nadie te habló de mí por entero
por que nadie me conoce.
Los lirios nos miran boquiabiertos,
el viento pinta despacio tus ojos
cierro los míos por despecho,
por celos ante tu sonrojo.

Soy terriblemente difícil,
apasionado como buena simiente,
y tú... eres tan coqueta
lanzando mi cordura al relente
que tengo que serenarme
y no mirarte,
nada,
ni un segundo,
o atrapar mis gemidos a puñados
por decoro delante de la gente.

Procuro abrir las ventanas por la noche
¿qué remedio?

Madrugar más que el gallo,

así y todo

me dicen vehemente.