lunes, 18 de junio de 2012

Reflexión 1


Anhelante
el segundo que disipa hojas
entrelazadas en un recuerdo
en un lenguaje jamás escrito
en un sonido inabarcable para
el oído desatento
era toda luz la pared que derribamos
un hermoso muro preñado de hojas
y raíces milenarias recién nacidas
y savia recorriendo cada una de las
piedras que sangraban
por el alma temerosa de ser igual
que aquella esencia ciega
capaz de ver las notas que supuraba
el violín del tiempo

Nunca conviertas tu casa en una tumba

7 comentarios:

Carmen dijo...

no sé si desde la tumba pero has retoñado

me alegro

SIL dijo...

Alma temerosa de saber que es imposible ser igual,
y también es muy difícil ser diferente.

Y así vamos, neutralizándolo todo con un vacío que sin ser tumba, le pega en el palo.




Bienvenido, Manolo.


SIL

MiLaGroS dijo...

Bienvenido.Me encanta volver a leerte con este poema tan profundo y tan bello. Un abrazo

Anouna Fabio dijo...

Celebro tu regreso...

Y celebro la luz y lo que se ha derribado; me detengo a contemplar el magnifico muro, la savia con su bálsamo para esas piedras.

El lenguaje de los "dioses" es pocas veces percibido...

El verso final, me lo quedo, por ser un buen consejo a seguir.

Hermoso poema, una reflexión digna de ti.
Bienvenido Manolo querido a ti y tu maravillosa poesía.

Beso inmenso
Anouna

MiLaGroS dijo...

Es de los mejores poemas que has escrito.

Siempre tenemos que tener esperanza.

Unknown dijo...

cuánto te eché de menos, amigo
cuánto añoré tus versos, poeta
qué alegría más grande
encontrarte de nuevo entre letras!!

Un beso con todo mi cariño!!

Anónimo dijo...

Esta si que es una buena noticia :)

Bienvenido pluma atemporal ;)