Laca cae sobre mi cabello,
intenta domar rizos juveniles
que, siempre, adornaron mi nuca
por más que cortara mechones
para hacer escapularios
en noches silenciadas y silenciosas.
Viertes mirra en mi cabeza,
abundante;
resbala hasta mis tobillos
bañando mi cuerpo en olvidados olores
que pugnan por penetrar en la piel
aliviando la certeza
de las novedosas albahacas transparentes.
Olvidamos que llueve siempre en primavera
que sudamos, temblorosos,
como si fuera ya verano
y el abono que derrite el zumo magenta
vuelve a entretener, desvaído,
al jazmín blanco que lucha con la verja
como aquel gladiador
que palpó la luz de espaldas al sol.
10 comentarios:
Bello poema como siempre escribes con mucha ternura gracias por tus comentarios en mi blog
un beso de Luna
me gusta viajar por tus letras mientras te leo...gracias..
Un beso poeta, disfruta del lunes.
cada dia nos demuestras que tus palabras guardan esa magia ,del contar , un abrazo maestro
Precioso, Manolo...
Muchos besos poeta.
Hermoso como siempre
Que tengas un día sensacional
Un abrazo
Noe
Qué ternura has despetado en este poema. Intimista, como es habitual en ti.
Saludos desde La ventana de los sueños.
Siempre la sensibilidad y la Naturaleza, moldeadas por tus palabras, acertadas y sublimes.
Un encanto tú y tus letras.
Un abrazo
Esos versos que solo tu puedes obsequiarnos que te salen de tu alma de poeta gracias Manolo... sublime...besitossss
Simplemente hay momentos que quedarán por siempre en la memoria y será grato recordarlos una y otra vez. Como quizá lo fueron esos rizos rebeldes, que hubo que cortarlos por no someterse. Aveces hay muchas otras mas cosas en nuestras vidas, que vamos cortando por no doblegarse.
Tus poemas vuelven a mi, Gracias.
Abrazos miles
Anouna
ME ENCANTA
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