lunes, 20 de septiembre de 2010

Blancura perfecta



Llegaste como llegan los marineros a los bares
con olor a sueños infinitos
colgando de sus barbas
las nubes hoy se escondieron de mi mirada
temerosas las condujera hasta tu pecho abierto

Llegaste como las estrellas que se desnudan
con un berbiquí que hizo temblar mi frente
te sentaste encima de la mesa
para enseñarme que no usabas tacones
te sentaste alborotada en mis dedos
que desde entonces tienen pánico a la luz

En mis puertas blancas chorrea nicotina
en los rincones de mi casa brotan niños corriendo
no dejo de preguntar por las flores de tu mirada
no dejo de observar como bebe un pájaro
que habla con sus alas
no olvido el olor de aquella tarde
ni la promesa que dejamos en aquella ermita goteante

Sin duda se perdió la rosa de los vientos
el día que ciego de pasión me encaminé al desierto
creo que cubriré mi cabeza con suspiros
para que sientas realzado tu mutismo de belleza impalpable

21 comentarios:

Carmen dijo...

no soy anónimo así que no te puedes tomar mi comentario como la tontería más grande

allá va...



JODER como llega Manolo el lunes

JODER


Besos

Carmen dijo...

vaaaaale....hubiese quedado más fino jooo



pd: tú lo habrás entendido seguro pero por si acaso quería decir que me han encantado los poemas,
siempre escribes muchos poemas en uno

más besos

Anónimo dijo...

Imposible olvidar el olor de aquella tarde... ¡Precioso! Los recuerdos permanecen cargados de una nostalgia bellísima.

¿Tú en el desierto? Imposible.

Un fuerte abrazo.

Alijodos dijo...

Imposible no recordar lo vivido...Lindo amigo mio..feliz semana...

Ana dijo...

Manolo...Como siempre impresionante. Ahora que he vuelto te iré leyendo poco a poco, que te he echado de menos.

Un besazo Poeta.

Jose Zúñiga dijo...

Admirable poema. Me ha gustado mucho. Si no te importa, cuando toque lo pondré en "lo que queda" de mi blog.
Abrazo.

pd.- ¿Me lo puedes mandar al mail? Es por no teclear, jeje.

SIL dijo...

Qué maravilla...
Me quedé muda.

Esos amores llegan para no irse jamás, Poeta.

Beso


SIL

lichazul dijo...

un perfecto canto
hermoso y sentido
simplemente a disfrutarlo

FELICITACIONES!!

besitos de luz

MORGANA dijo...

Siempre quedará en tu alma y corazón.
Bello como siempre.
Morgana.

Maite dijo...

Hay instantes que valen más que una vida entera.

Hermoso poema.

un abrazo

Maite

Anónimo dijo...

Sólo dire que me ha gustado muchisimo este poema.
Un abrazo.

ASITAWANDA dijo...

Desde que has vuelto de vacaciones estás que rebosas inspiración.
Me ha encantado el "olor a sueños infinitos". Estaría bien poder esparcirlo por ahí...

Besonrisas

tinta negra dijo...

el recuerdo siempre quedara mas nunca la vida dejara de avanzar

saludos!°

Norma Ruiz dijo...

Manolo:
el amor tiene aromas, presencia, y hasta ausencias, pero no olvido.
bellisimo amigo poeta

Sandra Figueroa dijo...

Manolo, bello lo que se esconde tras tus letras y que asoma a mis ojos y mi alma recuerda. Como no recordar aquella tarde? Un gusto leerte. Besos, cuidate.

Unknown dijo...

Llegue siguiendo el blog de Zúñiga e debo decir que me ha encantado este poema.
Enhorabuena.
Leo

Antonia Maíllo Zamora (Antoñi) dijo...

La mujer romántica que hay mi se conmueve en cada verso de este poema...
Me sugiere;
Llegaste, perfume cálido que me abrasa.
llegaste y fue el final de mi peregrinar errante.
Llegaste como destino trazado en el brote de mi ser.
Llegaste y supe que era la estación donde brotaría la primavera fértil que nos uniría a los dos.

Besos

SOMMER dijo...

Coño Manolo, esta vez te has superado¡¡¡¡
Suena a una canción de Sabina. Mándale un correo que seguro le pone música..

Un abrazo.

hécuba dijo...

Me gusta tanto :)

Sandra Figueroa dijo...

Manolo, paso a dejar saludos y un beso, cuidate mucho y gracias por estar siempre.

Anouna dijo...

Sobre todo no hay que olvidar nada que nos haya hecho sentir tan profundamente, especialmente el olor percibido, menos las promesas en ermitas goteante. Imagino esos rincones donde brotan niños corriendo.

Me he deleitado leyendo tu magnífica forma de hablar.

Más besos, Anouna