viernes, 5 de febrero de 2010

Nubes


Cuadro de Johan Dhal
Los álamos buscan guarecerse entre ellos
doblan sus copas
abren sus ramas
agitan sus hojas
juntan sus raíces
eximen a ese dios menor que los hizo aprender
que la lluvia es vida siempre.
Mantienen su porte y su esperanza
sin ojos que los engañen
sin boca con que gemir
sin piel que se erice
sin nariz que los apabulle

intuyen que la tormenta pasará como un mal sueño

y volverá la quietud a acompañarles.

29 comentarios:

Narci M. Ventanas dijo...

Deliciosa armonía entre la palabra y la imagen, y bella metáforas, en este precioso poema.

Te felicito, paisano.

Besos
Narci

SOMMER dijo...

Ya se sabe, querido Manolo, que después de la tormenta, siempre llega la calma...

Hermoso...

Carmen dijo...

ante la adversidad dignidad
ante las lágrimas esperanza
ante la falta de piel que se erice los sueños

precioso poema y pintura

besos

Arwen dijo...

Dichosos ellos que se libran de nuestras debilidades...preciosos versos para pensar y deleitarse con esa perfección que siempre nos ofreces...besitos cielo

kalima dijo...

Seguro los álamos se mecen al son del viento dirigido por la batuta de tus versos.

Eres sencillamente llano y armonioso, quizás por eso la majestuosidad de tus poemas.

Como siempre, es un placer acercarme a ti.
Un abrazo

SIL dijo...

eximen a ese dios menor que les hizo aprender que la lluvia es vida para siempre ...


Cuánta belleza hay atesorada en este blog, Manolo...


Un beso gigante.


SIL

Cele dijo...

La calma siempre nos trae armonia, pero todo es necesario en la vida, para apreciarla en su justa medida.
Besos

Antonia Maíllo Zamora (Antoñi) dijo...

La madre naturaleza ajusta en el mismo modo que desajusta. El roble en su altanería se mueve en sus cimientos y se mantiene erguido agitando sus ramas, solo lanza su voz al viento pidiendo calma en la tormenta...
_Todo pasará en el mismo momento que el cielo desahogue su alma. No temáis,serán sus lágrimas agua bendita que alimentaran nuestras raíces_, Grita en su fortaleza de legendario señor, forjado en la sabia observación de las carnes que le dieron la vida...

Como me ha gustado este poema.. ainss!!, Me ha hablado y que menos que dejártelo escrito...

Besos
Antoñi

Gladys dijo...

Manolo admirado poeta un placer
leer tus poemas son tan bellos
describes tanbien las imagenes
que me siento dentro del berso.
que Dios te acompañe.
un abrazo.

Pequeños Soles de Noe dijo...

Querido amigo a veces necesitamos de la felixibilidad que los álamos poseen para seguir de pié frente a las tormentas, pero éstan siempre pasan.


Un abrazo mi amigo poeta


Noe

Maite dijo...

La tormenta siempre desaparece, y de nuevo vamos a seguir siendo los mismos aún con más fuerza, muy bien reflejado en tu poema.

Nunca nos debemos dejar vencer, hemos de ser fuertes, valientes, y hacer frente, de otro modo estaríamos perdidos. Hay que luchar, y resistir por encima de sobre todas las cosas.

un abrazo

Maite

Jose Zúñiga dijo...

No sé por qué esos álamos tranquilos después de la tormenta tienen algo de muerte.

Anónimo dijo...

Buena descripción de quien tras la tormenta espera la calma... ese poder de la lluvia!

Besos desde el abismo

Anónimo dijo...

Que bonito poema, siempre es un placer leerte. Un abrazo, feliz fin de semana.

Anónimo dijo...

La tormenta pasará como un mal sueño... si, eso siempre es así, después de la tormente siempre llega la calma.

Un abrazo!

KUBAN dijo...

Habrá que aprender de los álamos a quedarnos sin ojos, sin boca, sin narices...Magnífico otra vez. Un abrazo.

Un Colibrí Viajero dijo...

Se atesoran los versos de tu mano poeta, besitos muchos muchos!

ACM dijo...

Magníficos tus versos como siempre, describiendo esa naturaleza que a tantos nos influye en la vida.

Un fuerte abrazo Manolo.

ASITAWANDA dijo...

Bravo! Los ciclos de la vida se van sucediendo, pero tus poemas son siempre estupendos.

Felicidades.

Besonrisas.

sus(ana) dijo...

la tormenta siempre deja tras de si un rastro desolador pero al frente siempre brilla el sol

un abrazo, manolo

MORGANA dijo...

Cuídate un mundo...dejo el blog.Mj

Paloma Corrales dijo...

¡¡Qué sabiduría tienen los álamos!!

Bello poema que es casi una parábola.

Besos.

apm dijo...

Muy bonito tu poema, Manolo, muy bonito y muy cierto, pese a que por aquí estamos ya de lluvia hasta el coco... no porque no sea vida, que lo es, sino porque tanta y tanta humedad tampoco es que sea buena para el ánimo, y necesitamos ya que reine, al menos por unos dias, un esplendido sol que nos alegre la vida.
Desde luego los álamos, que no tienen ojos que los engañen ni boca con que gemir ni piel que se erice ni nariz que los apabulle, efectivamente, intuyen que la tormenta pasará y que volverá tras ella la quietud... igual que nosotros esperamos que pasen estas lluvias y vuelva a salir el sol, que siempre, después de la tormenta vien la calma.
Manolo, me encantó también tu poema de la Grand Place de Brujas, muy bonito,

Un besote, de los gordos

Liliana G. dijo...

La naturaleza siempre intuye bien, ojalá nosotros aprendiéramos un poco de ella...

Precioso poema, Manolo, reivindica los valores que no debemos perder nunca.

Besos

S .M.T dijo...

Amo los arboles y la libertad de sus pajaros que buscan refugio en él,,amo a quiene escriben al árbol,
abrazos

oscar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
oscar dijo...

Hola soy nuevo. Espero que me firmes en mi blog como yo firmare en este jeje.Un besote

Sandra Figueroa dijo...

Y volvera el sol a brillar........Nada es para siempre Manolo......besos, cuidate. Fue un placer leer este hermoso poema.

Paula dijo...

Bello cuadro, querido Manolo!!!
Y el poema, es de una sensibilidad que solo vos sabés transmitir.
Creo que los álamos somos los humanos, que ante cada tormenta, sabemos que en algún momento, pasará y el sol nos dará su calor.
Te dejo muchos abrazos!!!